La rubia, la morena y los gemelos

Están medio desnudas, mueven sus culos y ondean sus bragas como banderas a la salida, se acarician, calientan motores antes de empezar la carrera.

Cada una sujeta una polla incorpórea erecta en sus manos, cada una la come como mejor sabe, la morena despacio, la levanta y mordisquea los huevos, la rubia se embala, chupa frenéticamente con una coordinación boca mano admirable. Se abre el culo de la rubia. La acción y los dos hombres aceleran. Dos pollas la rellenan por completo mientras la menean de arriba a bajo. Ella gime y ellos la acompañan. Sus pollas casi se tocan dentro, se buscan en el interior de la rubia, son hermanos gemelos, glandes siameses.
Ellas no paran de masturbarse, no pierden el ritmo, son velociraptors hambrientos.
Cambian las parejas, la morena recibe a cuatro patas las embestidas, y la rubia, de cuclillas, apoyada en las rodillas de uno de ellos salta y abre su coño. Llega el turno de la morena, impávida, en brazos de los dos hombres es catapultada al cielo desde un trono bifálico que le parte el coño y el ano. Los gemelos gimen y ella se agarra con fuerza a sus espaldas por que llega el orgasmo.

Ellos a punto de terminar la faena, ellas casi sin haber lubricado esperan a boca abierta el chorro de semen. Lo comparten y saborean. Fin de la carrera.